MATIAS
Que se va apenas salga de clases, que se va después de que le den cinturón en no se que arte marcial, que se va con la Paula cuando ella salga, que se va solo lo antes posible, que no se va porque no hay pasajes de vuelta, que hay pasajes pero para otras fechas, que conseguí pasaje, pero el no sabe, esta de paseo de curso en el campo de un compañero, vuelve el jueves y se va el viernes a las 8 de la mañana….
Este es el resumen de las noticias que recibíamos por mail o por teléfono, sobre la visita de Matías, pero finalmente llego y se queda a pasar la navidad con nosotros.
Matías, pichito, el chico, mi hermano menor…. 14 años menor…. Llegó a Heathrow y de ahí en bus a Southampton, donde lo esperábamos en el terminal, cerca de las 12 del día.
Llego Matías, cargado como burro con una maleta llena de regalos de Navidad y de ropa para Santiago….. fue vernos y abrazarnos, cosa poco frecuente en mi familia, pero cada vez más fácil por estos lados.
Cuando Matías se bajo del bus la Dominga lo miraba de reojo, sin hablarle como si no supiera quien es, hasta que pasamos frente al edificio de la Biblioteca, donde lo mira y le dice “Matías , mira…. La Viloteca” y desde ahí ya no paro de hablarle ni de mostrarle todos los lugares por donde pasamos, al llegar a la casa la “guía turística” continuo con las piezas, el baño, y todos sus juguetes, uno por uno…..
Y asi fue como ya no sabríamos más de la Dominga en las próximas dos semanas, en las que estaría pegada como lapa a su tío, como si nadie más existiera……
Estuvimos unos días en Southampton, pueblo que recorrimos en muy poco tiempo, fuimos a la Universidad a bañarnos a la piscina, y también hicimos las visitas de rigor a Winchester y a Portsmouth.
El jueves en la tarde nos fimos a Londres en tren, a la casa de los López- Calvo, por supuesto, donde pasaríamos la Navidad y estaríamos hasta el 28 de Diciembre, fecha en que volveríamos al pueblo y Matías partiría de vuelta a Chile directo a una imperdible fiesta de año nuevo en Zapallar.
La estadía en Londres por casi una semana fue exquisita, hicimos mucho turismo, museos, parques, cafes, caminar, incluso fuimos al acuario, muchas conversaciones con el Chico que no habíamos tenido nunca, él también salio solo un par de días a “barrer” Londres, mientras nosotros preparábamos la celebración de Navidad.
Una navidad extraña, que mas que navidad fue como una fiesta de cumpleaños…. Llena de amigos, con poco de religioso y sin niños dando vuelta… el 25 fue más navideño: tomamos desayuno rico mientras los chicos habrían regalos y fuimos a Misa todos juntos. Fue raro pasar la navidad fuera de Chile, lejos del resto de la familia, fue rico estar acá con Matías, nos hizo (al menos a mí) sentirnos un poco más cerca de Chile y de la familia. Fue raro recordarlos y hablar por teléfono en esta fecha, pensar que estarán haciendo, recibir cartas y fotos de las diferentes celebraciones familiares, aunque fue un alivio recordar que en Chile estaríamos como gitanos, con la Dominga colgando, de casa en casa para poder estar con todos. Ese solo recuerdo me hizo estar casi feliz de estar acá, lejos.
Y pasaron los días, mucho mas rápido que en este pueblo, con miles de cosas que hacer y muchas más pendientes, viendo como poco a poco se acercaba la fecha en que mi hermano se iría y ya seguro no lo veríamos hasta nuestra vuelta a Chile. Es difícil pesar en eso sin hacer pucheros, incluso ahora….. mientras escribo, pero bueno, toda visita tiene un final y esta vez tenemos “premio de consuelo” ya que con la llegada del nuevo año se anuncian muchas otras visitas…. empezando por la Marce y Felipe para el 8 de Enero, cumpleaños de la Dominga.
Matías: gracia por venir, creo que para ti tampoco fue fácil estar esta navidad lejos de la casa, entre gente mucho más vieja que tu, pero marcaste la diferencia para nosotros.
Te quiero mucho.
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