Con La Pela

Durante la primera semana, como ya les conté, estuvimos con “la pela” mi suegra, mientras Ignacio iba a clases o a la biblioteca a estudiar nosotras nos dedicamos a recorrer la ciudad ( y el mall por supuesto). Además de pasear por Southampton, o Soton como lo abrevian, hicimos algo de turismo, tanto como la guata y las contracciones nos permitieron.

Fue así como en un paseo “solo de mujeres” nos fuimos las 3 en bus a Winchester una cuidad más chica aun que esta, la gran atracción es su Catedral, aquella con la nave central más grande del mundo, según me explicaron es más larga incluso que la nave central de la basílica de San Pedro, por esto nunca podrá ser basílica. Paseamos por la calle principal, llena de tiendas y edificios antiguos, tomamos el café de rigor, recorrimos sus plazas y calles, almorzamos en el pasto frente a la Iglasia y como a las 4 de la tarde ya comenzaba a oscurecer nos volvimos, nuevamente en Bus.

El fin de semana llego pronto con tanta caminata, y en cuanto Ignacio se desocupo partimos en tren a Londres, donde nos recibió (con suegra y todo) la familia López Calvo. Esta querida familia de amigos chilenos esta compuesta por PJ, la Carola y dos niños Iñaki, un año mayor que la Dominga, y la Gracia, un mes menor que la Dominga. Y durante su estadía en Londres forma parte de la familia la Angeles, otra chilena que vive con ellos.

Los López Calvo son quienes “se han hecho cargo” de nacho en este tiempo, son los que lo han recibido los fines de semana en este mes y medio solo, los que lo han acompañado y escuchado, en fin, han sido su familia. Y ahora nos reciben a todos, con un cariño impresionante, es como llegar a casa. Creo que esta sensación no es solo nuestra, ya que a minutos de llegar empezamos a ser testigos de un desfile de chilenos que pasan a saludar, a conversar o a comer, esta casa se ha convertido en un lugar común para todos, en un lugar donde siempre hay espacio para uno más (o cuatro en nuestro caso).

El fin de semana fue exquisito, recorrimos Londres en la compañía de nuestros anfitriones y de Rodrigo, otro Chileno que a pesar de no estar durmiendo en el mismo departamento se levantaba y acostaba con el grupo. Recorrer Londres es siempre un placer, y hacerlo con buen tiempo y compañía parece perfecto. Pero como nada es para siempre, el domingo en la tarde tuvimos que retomar el “tren al sur” (como dice la canción de aquel trío de chilenos) y volver a nuestro pueblo, para aprovechar los dos últimos días en compañía de la Pela.

El martes fuimos a dejarla al bus, creo que nunca me voy a acostumbrar a las despedidas y tengo la sensación de que esta será la primera de muchas por estos lados. Eso espero ya que tener muchas despedidas significa que tendremos muchas visitas….. Lo peor fue la cara de nacho al ver alejarse a su mama, y saber que ya no la vera sino hasta Julio del próximo año, cuando volverá acompañada de la Elisa, la menor de los Diaz Ibañez. Pero bueno, esta visita fue “de yapa” por lo que no queda más que mirar al cielo, respirar profundo, limpiarse las lagrimas de la cara, abrazarnos muy fuerte en el terminal de buses los tres, mientras la Dominga le pregunta a su papa “¿tene pena? , viendo el Nacional Express 032 alejarse hacia Heathrow y esperar al próximo visitante que llegara en uno similar, sino en el mismo.