LA ABUELA

Aquí estoy... con lagrimas de cocodrilo tratando de escribir sobre La Abuela.
No se trata de alguna de mia abuelas, a las que no digo abuela sino diminutivos de sus nombres Caquela la abuela Raquel y Bebe a la abuela Rebaca, sn embargo ya de grande llego otra abuela a mi vida: La Abuela, asi con mayusculas y no era pariente sanguineo mia, sino de Ignacio. La mamá de su mamá.

La Sra Carmen, la Carmelita, en fin, más conocida como La Abuela, esa mujer que nos acogio a todos, incluso los afuerinos siempre como propios, esa mujer cariñosa que me llamaba para saber de nosotros y me decia: "luchita, hablas con TU abuela", y luego de saber lo necesario, sin intrometerse, colgaba repentinamente el telefono...

Esa Abuela de todos.... que aparecia cuando uno menos se lo esperaba, pero mas lo necesitaba, como cuando llamo a Ignacio la mañana del matrimonio de la Tere, o me llamó a mi cada semana que Ignacio no estuvo en Inglaterra y nosotras en Santiago ,... siempre preocupada por la Dominga y ahora ultimo por Santiago, que aun no ha nacido.

Esa mujer que no tenia secretos (lo que no quiere decir que no supiera guardar los ajenos), que dejaba saber de su vida como un libro abierto, sin exigir saber nada de nadie, pero siempre dispuesta a escuchar y más que a dar consejo a contar sus experiencias...

La abuela... fue eso.... una tremenda abuela, dejo una gran familia, cuatro hijos que pasaron a ser muchos más.... todos diferentes, unos más violentos, más impulsivos, más cariñosos, más acogedores, más livianos, más regalones, más distantes, pero todos presentes, todos cariñosos, todos preocupados y respetuosos del otro, de las diferencias, de las múltiples formas que existen de vivir la vida...

Esa Abuela que nos mostró como hay que vivir la vida, a cada minuto, gozadora de los casinos, alegre, honesta, amante de Linares, de Tongoy, de España, de la buena comida, de la familia sentada a la mesa, de viajar y ser "embajadora", de enamorarse y hacerse cargo, de ser responsable, de ser madre y por sobre todo de ser "La Abuela", así con mayúsculas.

Siempre me han costado mucho las despedidas, aunque no fuera así, no seria fácil decirle adiós a ella, pero no nos queda otra, mas difícil aun se nos hace hacerlo a la distancia, solo podemos tratar de seguir su ejemplo, de ser un poquito como ella en millones de cosas y tratar de nunca serlo en otras pocas, muy pocas, ella supo como vivir y por supuesto de como irse.... dando instrucciones, “digna”, arreglada, después de ver casada a la Tere, mucho mejor a la Amalia, reconciliada con la Marce, muy cerca de sus hijos, cómplice de sus nietas y nuestro. Se fue cuando ella lo quiso, cuando ya no tenia pendientes..... en su mejor momento.

Solo nos queda recordarla y celebrar la navidad como ella lo haría, vestida muy preocupada para la ocasión, con una de sus mejores tenidas, con alegría, dando un par de instrucciones y gozando de ver a toda su familia reunida.
Creo que la partida de la abuela es una de las grandes perdidas que va a tener nuestra vida, pero creo también que por algo a nosotros nos toco acá lejos y cerca de navidad, creo que nos va a ayudar a sentir una navidad más familiar y cerca de pesar de las distancias.

Va a ser una navidad diferente, va a ser el comienzo de otra etapa, donde la Pela será la abuela... con todo lo que eso significa.... asumir que los hijos ya no están tan cerca
(físicamente) como quisiéramos, entre otras cosas.

No me queda mas que repetirte lo mucho que yo, quiero a la abuela, y lo
difícil que va a ser llegar a Santiago de vuelta y ver que ya no esta, creo que
ahí recién nos va a caer la teja...